Desde FESUR estamos convencidas que hacer del feminismo una conciencia y una práctica viva es un elemento central de las izquierdas, uno de los desafíos centrales de su acción política.
En nuestro continente los feminismos han desafiado poderes establecidos, inquietando a sectores conservadores que hoy se configuran como fuerzas políticas relevantes en diversos países a través de discursos del miedo y la manipulación mediática. Basta ver las lecciones que nos han dado nuestras hermanas en Bolivia, Brasil y Chile.
Ante la contraofensiva reaccionaria, los feminismos son una fuerza constituyente, que resiste los fascismos y los mandatos disciplinarios desde un internacionalismo que comparte una voz y una fuerza transformadora radical por un mundo más justo.
Este 8M animamos a las izquierdas políticas y sociales, que aún no han dimensionado la potencia feminista, a interpelar sus prácticas individuales y colectivas, sus prácticas políticas y relacionales, sus narrativas y relatos desde las demandas urgentes que hoy harán vibrar el corazón de nuestras ciudades.